miércoles, 11 de marzo de 2015


La gran pregunta que no requiere más que una sola respuesta: Es que....soy Gay/Lesbiana, los matices son  distintos, en distintos volumen o incluso con diferentes rostros, muy pocos con algo de alegría de liberación, otros muchos muchos más son dichos entre lágrimas, por esa absurda idea de que no estamos en lo correcto. sin embargo hablar de la sexualidad en Nuestro Países Latinos esta prendado de una madeja de incomprensiones, indiocincracias, el que dirán y los absurdos roles dentro de la familia. Hablar de lo que eres y asumirlo como tal, no es siempre miel en hojuelas, todo tu entorno te esta señalando, en tu cama solo es el espacio que es tuyo, donde eres tu mismo. Y todavía se preguntan los padres: que error cometí, o incluso el antigua novio o novia, se siente parte del problema. 
El como lo digo es sencillo, a metros de distancia de los padres, en corto a los médicos y muy en corto en tu lecho de despedida.

Sin embargo las historias sobre la aceptación de los padres, es muy distinta en cada familia de las diversas clases sociales. Lo más común es que ya no sirve el gay para emparentar con la familia de sus conveniencias. El hablar de frente y claro es la mejor solución y tal como reza el dicho en el pecado va la penitencia: Cuál penitencia pasamos los homosexuales en los países latinos? Pues la primera discriminación por alguno de los miembros de la familia, posterior entre los compañeros de la escuela, después los de centro de trabajo que en su conjunto llevan a la persona homosexual a un solo camino: Abandonemos a la Familia y optemos valientemente partirse la madre uno solo.

Y como le decimos al mundo que en el proceso de asumir los sentimientos, la forma de vivir es porque queremos experimentar la más completa libertad de ser un ser humano en plenitud.

Como le decimos....esperando una respuesta de aceptación y respeto.

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